Ya de vuelta después de las reparadoras vacaciones de verano, y haciendo un repaso de los muchos acontecimientos ocurridos en el primer semestre de año superado, recuerdo abril de 2022.
En el sector de la Propiedad Industrial, y especialmente en lo que a Indicaciones Geográficas (IG) se refiere, abril de 2022 quedará marcada como una fecha importante para la protección de los productos artesanales e industriales a nivel europeo.
Es en esa fecha cuando la Comisión Europea aprueba la PRIMERA Propuesta de Reglamento relativo a las indicaciones geográficas de productos artesanales e industriales; sin duda un paso más hacia la ansiada protección de este tipo de productos a nivel europeo -en lo que a IG se refiere- y su deseada equiparación con los productos agrícolas.
“La Comisión Europea aprueba la PRIMERA Propuesta de Reglamento relativo a las indicaciones geográficas de productos artesanales e industriales”
Hasta ahora, sólo las IG de vinos, bebidas espirituosas y otros productos agrícolas y alimenticios contaban con una protección específica a nivel de la UE.
Pero ¿por qué productos como, por ejemplo, la cerámica, la porcelana, las joyas, el vidrio, incluso la ropa, el calzado, los muebles y otros productos artesanales e industriales, no podían gozar de los mismos beneficios de protección que la UE brinda a productos como el vino, los quesos y un sinfín de productos agroalimentarios?
Pues bien, por fin, después de 30 años (el marco de protección a nivel europeo de las IG agrícolas se encuentra en vigor desde 1992) los productos artesanales e industriales están más cerca de gozar de una igual protección a la que reciben los productos agrícolas a escala europea.
“Los productos artesanales e industriales están más cerca de gozar de una igual protección a la que reciben los productos agrícolas a escala europea”
La Comisión Europea ha atendido, entre otras, las incesantes “plegarias” de los colectivos que representan los intereses de los productores de estos productos y YA TENEMOS LA PRIMERA PROPUESTA DE REGLAMENTO.
Qué duda cabe de que esta propuesta supone un claro avance de la UE en el reconocimiento de los productos artesanales e industriales, pues independientemente de las evidentes ventajas derivadas de la creación de un único régimen de protección a escala de la UE -en contraposición a los diversos y distintos sistemas de protección coexistentes en la actualidad en algunos Estados Miembros-, lo cierto es que la finalidad que se persigue es la de preservar la reputación de estos productos, además de evitar las falsificaciones, y al mismo tiempo contribuir al mantenimiento de oficios tradicionales.
Ahora toca esperar y dejar que siga su curso el procedimiento legislativo para la definitiva adopción del Reglamento, y una vez cumplidos los pertinentes trámites, tendremos un nuevo y primer Reglamento a aplicar a los productos artesanales e industriales, lo que se traduce en un único sistema de protección a nivel UE para este tipo de productos.
Sin duda, un GRAN PASO hacia el camino de la plena protección de los productos artesanales e industriales.
María Sanchiz
Abogada del Área Legal de PADIMA