Hoy en día pasamos la mayoría de nuestro tiempo conectados a Internet: hacemos la compra, pedimos cita con el médico, gestionamos nuestras cuentas bancarias, organizamos el funcionamiento de nuestra empresa… En este sentido, debemos ser conscientes de que cada vez que nos conectamos a la red, accedemos a multitud de bienes y servicios, pero también a numerosas amenazas. Hoy queremos informaros de algunos de los principales riesgos a los que nos enfrentamos en el mundo online.
Teniendo en cuenta el grado de relevancia y habitualidad en la práctica, los siguientes son los principales peligros: el phishing, la ciberocupación y las falsificaciones online.
El phishing es una acción delictiva que consiste en de obtener tus credenciales bancarias o contraseñas, para después robarte. Es muy habitual ver intentos de phishing cada día, por ejemplo, en los correos electrónicos que recibimos y nos informan de una “supuesta” actualización necesaria en nuestras cuentas bancarias; de un descuento; de un dinero a nuestro favor que desconocemos, y otros casos.
En estos correos se suele incluir un enlace web para proceder con la acción descrita y es, al hacer click en algún botón de llamada a la acción (donde introduces tus credenciales de acceso en la plataforma), cuando el hacker informático toma el control de tu cuenta.
Por ello, debemos ser cautos y leer bien los correos y direcciones desde las que se envían (para comprobar, por ejemplo, que sean de extensiones relacionadas con el supuesto remitente y no combinaciones aleatorias de letras y números), porque en Internet muchas cosas no son lo que parecen. No confíes en los regalos no esperados y, además, te recomendamos que comuniques a INCIBE o a la Policía Nacional cualquier actividad sospechosa que detectes en tu correo electrónico. De este modo, se previene el fraude y ayudas a los demás a no cometer el mismo error.
En cuanto a la ciberocupación, consiste en el registro masivo de nombres de dominio que contienen o consisten en marcas de terceros. El contenido de estos dominios puede variar: desde parkings de dominio creados para obtener beneficio de los enlaces publicitados, hasta páginas web que parecen vender producto multimarca o de una marca en cuestión pareciendo una web autorizada. Incluso, en ocasiones, estos dominios son registrados para después poder ofrecerlos a su legítimo titular, a un precio mayor.
Para no ser estafados al comprar en estos sitios webs es de vital importancia revisar los avisos legales de la web, es decir, si estos están completos y aparece correctamente identificada la mercantil responsable y las condiciones de compra, las condiciones de devolución y de envío, y un largo etcétera de indicaciones que podemos encontrar. Asimismo, tampoco se ha de confiar en los grandes descuentos no justificados; consulta a la marca vía RRSS (verificadas) en caso de duda.
El último riesgo que queremos nombrar es el de las falsificaciones online, pues es muy habitual y fácil encontrarlas en la red. Cuando compramos falsificaciones apoyamos otras acciones delictivas de mayor calado, como son: el terrorismo, el tráfico de drogas, las mafias, el comercio con menores…
En cuanto a la oferta online de las falsificaciones, las hallamos en páginas webs elaboradas para la venta de estos productos como tal, en las webs que parecen ser la original de la marca o una autorizada por esta, etc. Es importante saber que, en la mayoría de las ocasiones, el consumidor no recibe el producto seleccionado sino otro, o, incluso, ninguno, siendo defraudado sin más. Por ello, desde PADIMA no podemos recomendarte ni justificar la compra de falsificaciones o copias: no solo sufre la empresa atacada, sino que los efectos negativos los nota la economía en general, los consumidores y toda la sociedad.
Esperamos que este post os ayude a para identificar algunos de los riesgos más comunes en la red. En cualquier caso, no dudéis en consultarnos en caso de duda sobre esta materia.